jueves, 30 de octubre de 2008

Florencia: Entre viñedos de arte renacentistas

El viaje en tren de Venezia a Florencia fue una estampa de los paisajes toscanos que había visto en enciclopedias y promociones que regalaban premios a este lado del planeta.

Una leve garuá me recibio al bajar del tren, los arreglos que hacían de unas calles aledañas a la estación no me dejaban ver bien los nombres de las avenidas y calles. Por lo que empeze a caminar por las estrechas calles de Florencia es busca de mi hostel, finalmente lo encontre en medio de un taller y una ferreteria, ese hostel se gano mi premio al "Hostel más tenebroso del viaje", lo atendía una señora que parecía viajar continuamente entre el umbral de la vida y la muerte, si eso no me asustaba el hecho de subir por un pasillo oscuro que nunca ha conocido ni la luz ni la pintura talvez sí.

Me gusta el arte, pero no soy un conocedor. Los museos de esculturas y cuadros abundan en esta bella ciudad que gira entorno al arte, los edificios son viejos y asombrosos, las calles de adoquines grandes y oscuros. 

El Ponte Vecchio es el spotlight del lugar, entre tanto arte me dieron ganas de sentarme a dibujar; no puede pero en mi imaginación hice un paisaje mental del lugar, inclusive el paisaje tiene sonido y olor... Florencia nunca te olvidare.


miércoles, 22 de octubre de 2008

Venezia:


El viaje en tren desde Milán había sido largo, entre ansiedad y cansancio miraba el mar por la ventana, señal de que ya estaba por llegar , La Stazione Santa Lucía me esperaba con su ambiente clásico de antaño. Al hacer mi itenerario me di cuenta que los hospedajes en Venezia son muy caros, sin embargo me consegui una casita/cabaña como a media hora del centro en un lugar que se llama "Il Camping"; en internet encontré la dirección y el número de bus que tenia que tomar para llegar ahi. Compre el tiquete de bus y le dije al chofer si paraba ahi, el muy desgraciado no me contesto... Entré como abejón de mayo en el bus, me sente a la par de una adolescente que llevaba un bulto rosado con escrituras en ingles hechas con pilots; eso me dio una luz de esperanza, sin embargo para mi sorpresa la joven no hablaba inglés y tampoco sabía donde estaba "Il Camping", al final la mitad del bus sabía para donde iba y cuando estaba cercano a la parada me decían "here...here il Camping", cuando me bajé del bus y mientras me acomodaba el bulto llegó un viejito muy viejito con una boina gris y un chaleco del mismo color, me tocó el brazo y me señaló un rótulo diciendo... "Il Camping". 

Al otro día bien de mañana me fui para Venezia, con mapa en mano empece a caminar por las estrechas calles y los cientos de canales que atraviezan la ciudad. Definitivamente es un lugar encantador, muy turístico y diferente. Las gondolas las usan folcloricamente, ya que los habitantes del lugar usan lanchas con motor para movilizarse.


El día estaba soleado, muy tuanis, llegue al final de la Piazza San Marco, camine unos 200 metros y me sente en unas gradas junto al mar, me quité los zapatos y las medias, ahí deje que las aguas del mar adriatico mojaran mis pies.

Perdí noción del tiempo sentado en esas gradas, mientras me comía unas galletas y me tomaba un té, miles de turistas iban y venían, yo no me quería levantar quería quedarme ahi para siempre.

Siempre he dicho que hay que evitar la "zona de confort" ese espacio en el que estas bien y no queres arriesgar lo que tenes, lo veo desde un punto de vista de conformismo y con eso no puedo vivir,  eso me hace pensar entonces en la idea de que talvez nunca me detenga.

Lo importante es entonces disfrutar al máximo todas las etapas del camino que vamos haciendo, porqué el final del camino es una idea mental de un presente continuo que no sabremos cuando terminará.

Ciao Bella!!!


lunes, 20 de octubre de 2008

Milan: Moda, fútbol y copos.

Cruzando los alpes entre paisajes montañescos me alejaba de Suiza para entrar en una europa más latina con más sabor, me encontraba en la frontera con Italia. La policía italiana entró al vagón y me pidio el passaporte, se lo llevó y me asuste un poco al principio, talvez porque los uniformes policiales se me hicieron muy militarizados.

Al llegar a  la estación Milano Centrale, sacando el papelito con la dirección del hostel empecé a caminar por las calles milanesas. Me llamó la atención la cantidad de graffiti en las calles, los autos, los trenes, los buses.

Una ciudad un poco más sucia que el resto a las que había visitado previamente. Deje la mochila multiusos en el cuarto del hostel y me enrumbe hacia el centro de la ciudad; con mi camiseta verde y pantalon café no encajaba en las avenidas fashion de Milan, donde el morado se vestía de pies a cabeza, las camisas talladas en los hombres y los vestidos cortos en las mujeres eran la forma de vestir, los cortes de pelo innovadores y los lentes oscuros eran lo "in". 

Y es que en Milan todo es moda, las tiendas de diseñadores son muy comunes, me detuve y entré en varias lugares con el fin de observar y de conocer, comprar no es una opción. Una camisa Gucci, Prada o Louis Vuitton ronda los 150 euros. Me puse a pensar un poco en las grandes diferencias que existen en este mundo.

Ya un poco cansado por la caminada, llegando a la Piazza del Duomo me antoje de un "copo break", cerca de la catedral habia un puesto que vendia Gelato & Granite, ahi empecé a improvisar mi italiano "Io voglio un granite" le dije al vendedor, el me contesto una oración larguisima que no le entendi nada, como me quedé viendolo me señaló los vasos, y yo le dije "piccolo". 

Ahi sentado en la Piazza me comí el piccolo copo, que no se parecía en nada a los churchills que he saboreado en Puntarenas, segui mi rumbo y el cansancio me estaba matando, llegue a un parque tire el bulto en el zacate y me dormi... hasta que un bolazo en la espalda me desperto me di la vuelta y vi un niño que corría hacia la bola, el niño vestía una camisa del inter y me dijo "excuse signori" sonrió, luego agarró la bola y siguio jugando... 

Definitivamente eso es lo que tenemos que hacer en la vida... agarrar la bola y seguir jugando...

Peace.